En mi niñez tuve la oportunidad de tener maestros que dejaron huella en mi, ya que realizaban actividades que personalmente me eran significativas, por lo que admiraba a mis maestros por la labor que realizaban además de que convivía con un ambiente docente pues observaba el trabajo que realizaba mi mamá ya que es profesora de preescolar. En una ocasión tuve la oportunidad de asistir a su escuela a ayudarla y poder observar la labor que realizaba pues tenía el interés de emprender mi proceso como profesora, sin embargo me agrado más inclinarme por el nivel primaria que por el de preescolar.
Fue entonces cuando decidí entrar en la Esc. Normal Experimental “Huajuapan” en al año 2006, donde tuve la oportunidad de prepararme como docente, en este proceso realice prácticas en diferentes escuelas, comunidades y por lo tanto diferentes contextos a los que me enfrente fue ahí donde empecé a darme cuenta que algunas de las estrategias que aplicaba en otras escuelas no me funcionan de igual forma con otros alumnos, pues las características, niveles de aprendizaje e intereses de los niños eran diferentes
Cuando llegaba de practicante a la escuela muchas veces me enfrente a situaciones que entre los mismos compañeros titulares nos hacían menos porque apenas estábamos en esta preparación originando que los mismos niños no nos tuvieran respeto, todo lo contrario de otras experiencias donde los maestros titulares nos brindaban el apoyo y el respaldo necesario con los niños para que nos siguiéramos formando porque son profesores que nos comentaban que “todos pasamos por esa etapa de nuestra formación” que no debemos hacer menos a nadie en contraste debemos apoyarnos como una comunidad docente ya que buscamos el mismo fin preparar a los niños y brindar una mejor educación.
Estas experiencias que tuve durante las prácticas de enfrentar diferentes situaciones como dormir en una colchoneta, bañarse con agua fria, relacionarme con los ambientes donde practicaba así como con los padres de familia, docentes y directivos me ayudo mucho a comprender que la labor que hacemos es muy comprometedora, porque debemos realizar nuestra función con responsabilidad teniendo en cuenta que esta carrera es muy humanista aprendes a convivir con los niños a relacionarte en su ambiente, tener afecto con ellos, ya que es una gran satisfacción observar los avances que tienen en su educación, apoyarlos en su desarrollo social y educativo.
El 1° de Septiembre de 2010 ingresé al magisterio en el nivel de primaria, llegando a mi supervisión me asignaron mi centro de trabajo que es la Escuela Primaria Eugenio Hostos, en esta escuela hay aproximadamente 500 niños que atendemos 27 maestros, por la lengua materna que tienen presentan problemas de lectura y escritura, además de que son niños muy rebeldes, groseros, lo que presenta problemas de conducta en el aula.
En este poco tiempo de servicio he ido adquiriendo y enfrentándome a nuevas experiencias en mi formación como profesora, he ido desarrollando estrategias y habilidades que vayan contribuyendo con la educación de los niños. Estas experiencias van haciendo que valore mi trabajo docente buscando una actualización porque se la responsabilidad que tengo en mis manos de formar niños de manera social, personal y laboralmente.
Siento que el convivir con niños interectuar con ellos, dialogar, convivir y mantener una relación de cercania es muy bonito, ya que conoces diferentes formas de vivir, contextos, tradiciones, costumbres que poco a poco te va abriendo un panorama más amplio de la diversidad de alumnos que tenemos en un aula.
Todas estas vivencias que he tenido me han heho valorar mi profesión y querer brindar una mejor educación de calidad para nuestros niños, pues lo principal es que nos guste hacer nuestro trabajo para ponerle dedicación y esmero a lo que hacemos.
Siento que el convivir con niños interectuar con ellos, dialogar, convivir y mantener una relación de cercania es muy bonito, ya que conoces diferentes formas de vivir, contextos, tradiciones, costumbres que poco a poco te va abriendo un panorama más amplio de la diversidad de alumnos que tenemos en un aula.
Todas estas vivencias que he tenido me han heho valorar mi profesión y querer brindar una mejor educación de calidad para nuestros niños, pues lo principal es que nos guste hacer nuestro trabajo para ponerle dedicación y esmero a lo que hacemos.
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